viernes, 6 de marzo de 2015

Rosquillas de anís (rosquillas fritas no fritas)

Por fin llegó de nuevo el fin de semana, y llega el momento de encender el horno o no, pero de lo que si es hora es que mi cocina se llene de dulces ilusiones.
Hoy se ha llenado de un olor tradicional, con alguna variante claro, el olor de mi cocina de hoy viernes es a rosquillas de anís.
Este olor me recuerda cuando era pequeña, en verano, en la casa de campo, a eso de las 7 de la tarde cuando el calor de Extremadura aún no se ha ido, mi hermano y yo en la piscina y mi padre sentado en el porche de la casa esperando a mi madre para una partida de parchís pero mi madre está en la cocina con ese bol de color azul desgastado y el perol que aún seguimos usando, haciendo rosquillas. Siempre las hacía y las hace en el campo pues lo malo de esta receta es que por muy maravillosa que sea tu campana, del humo no se escapa nadie. Y por fin salimos de la piscina porque mi madre sale con ese plato de rosquillas y, claro, hay que probar.
 



Tenía ganas hace tiempo de hacerlas y de modificar eso tan incomodo que es el humo y el comer algo frito. Siempre que se pueda hay que evitar el frito. Y en busca de hacer las dulces ilusiones mas sanas y con una maquinita que me regalaron en mi último cumple, pues dio como resultado estas rosquillas de anís de hoy.

Mi suegra hace tiempo que me dijo que era lo que le gustaba merendar, y en mi lucha por evitar las cosas fritas  y que ella se de cuenta que las cosas sanas no es sinónimo de insípido, soso, insulso... pues ahí que voy.
Están cocinadas en la maquina de donuts o minidonuts porque la verdad estas rosquillas son de bocado.
Y de este dulce tengo que compartir la receta, porque es muy sencilla y con esta manera de cocinar muy muy limpia.
Receta de rosquillas de anís
100ml de leche semidesnatada
100ml de anís seco
100ml de aceite de oliva
150gr de azúcar
2 limones
4 huevos (de las gallinas de mi campo)
20gr de levadura
360gr de harina
(me han salido 50 rosquillas o rosquillitas/minirosquillitas)
En un cazo he calentado a fuego medio el aceite con la piel de un limón hasta que la piel se ha empezado a encoger. Por otro lado y no en el bol azul de mi madre sino en uno de cristal he batido los huevos y le he añadido el azúcar y la ralladura del otro limón y he mezclado bien. Luego le he añadido el aceite colado y que ha templado un poco (que sino se cuaja la mezcla al llevar los huevos)
 Yo Para no andar esperando a que se templara he puesto el aceite en un bol y ahí le he añadido el anís y la leche fría y esta mezcla se la he puesto a la de los huevos y el azúcar.
Integro bien esta mezcla y después le voy añadiendo poco a poco la harina y levadora tamizada.
Cuando esta todo bien integrado y no se ven grumos pues pongo la mezcla en un biberón o también se puede poner en una manga (aunque la masa es liquida y se manejaría peor)

 Lleno los huecos y cierro la maquina, tardan en hacerse como 5 min. Bueno en antes de poner la primera tanda de masa y dado con un pincel un poco de aceite, pero solo en la primera por la cosa q siempre la primera se pega, para el resto de tandas nada de nada.
Y así es como quedan. Los dejo que se enfríen 
Como no son fritos y los voy a envolver en azúcar para que se pegue bien los paso un poco poquísimo por agua y después los rebozo en azúcar con un poco de canela. Eso ya al gusto hay gente que les gusta sin canela o con azúcar glasé. A mi madre le gusta que al morder sientas el azúcar entre los dientes y el saborcito a canela, y yo pues lo que hace mi madre es lo que esta bien que ya son muchos años de experiencia y yo he aprendido de ella.

Y ya solo falta una piscina, un parchís y mi padre, Papá te extraño mucho; pero no dejaré que estas dulces ilusiones se pierdan que pronto mi sobrina María que hoy cumple 3 meses probará estas cosas en la piscina, con el parchis, con el calor de Extremadura y contándole cosas de su abuelo, comiéndonos juntas unas rosquillas fritas no fritas.

Hasta pronto y a disfrutar...

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